jueves, 23 de diciembre de 2010

25, 26.

-¿Qué demonios es esto?
-Esta es la Instrumentalidad que tu padre ha iniciado.
-¿Así que esta es?
-Esto es una parte de ella.
-¡Todo esto es real! Esto es el resultado de... ¿Todo?
-Esto es real; pero una de muchas realidades. Esta es la conclusión que deseaste.
-¿Deseado?... ¿Yo?
-Sí; destrucción total. Deseaste un mundo en el cual nadie fuera salvado.
-¡Yo no desee esto! ¡¿Los otros no me salvaron?!
-Nadie puede salvarte de ti mismo. Esto es lo que deseaste. Destrucción. Muerte. Y un retorno a la nada. Deseaste éstas. Esta es la realidad que es.
-¿Qué es la realidad...?
-Este es tu mundo. Un mundo que existe solamente para ti, sin tiempo, espacio, o nadie más. Un mundo en el cual cada faceta está determinada por ti. Este es el mundo donde solo esperas a otros para que te den algo. Esa es la realidad. Este es tu mundo a menos que decidas cambiar la realidad.
-¡Este es el mundo que es! ¡Nada puede cambiar eso!
- No. Tu, tu mismo, haz la decisión. Este es el mundo donde tu mente decide lo que será. Esa es la realidad. Si es el deseo de sobrevivir... O un deseo de muerte, todo depende de ti.
- ¡¿Estás diciendo que esta oscuridad – este mundo enloquecido – es lo que yo realmente deseaba crear?!
-Sí. Deseaste un mundo cerrado, que te fuera cómodo. Lo deseaste, para protegerte de tu debilidad. Para proteger tus pocos placeres. Esto es meramente el resultado de tu deseo.
En tu mundo cerrado, en un mundo donde solo tú puedes estar, otros no pueden vivir contigo. Pero aún así quisiste cerrarte del mundo que te rodeaba. Tu deseo excluyó las cosas que detestas y creó un mundo solitario y aislado lleno con nada. Este es el mundo que tus deseos han creado, un refugio privado en los escondrijos de la mente. Así es como termina todo; uno de muchos posibles finales. Este es un final que te has traído a ti mismo. Elegiste este destino.

-No entiendo... No puedo comprender la realidad.
-Entonces, no puedes entender la brecha entre la realidad de los otros y tu propia verdad.
-No sé dónde encontrar felicidad.
-Entonces, solo puedes encontrar felicidad en tus sueños.
-Entonces, esto no es la realidad... Porque no hay nadie aquí.
-Si, es un sueño.
- Entonces, tampoco estoy aquí.
-Intentabas rehacer la realidad con fantasías de tu conveniencia.

-¿Está mal?
- Estabas usando fabricaciones para escapar de la realidad.
-¿No puedo soñar solo?
-Eso no sería un sueño. Solo estaría compensando por la realidad.
-Entonces... ¿dónde está mi sueño?
-Es la continuación de la realidad.
- ¿Dónde está... mi realidad?
-Está al final de tu sueño


-¿Qué es esto?... ¿Un espacio vacío? ¿Un mundo vacío? ¿Un mundo donde nada excepto yo existe? Pero solo conmigo mismo ¡No tengo a nadie con quien interactuar! ¡Es como si estuviese aquí pero no del todo aquí! Es como si lentamente me desvaneciera de la existencia... ¿Por qué?
-Porque solo tú estás aquí.
-Solo... ¿Yo?
-Sin otros con quien interactuar, no puedes verdaderamente conocer tu propia imagen.
-¿Mi propia imagen? ¿La imagen de mí mismo?
-¡Así es! Observando a los otros, puedes encontrarte y reconocerte. Tu propia imagen está limitada al tener que observar las barreras entre tú y otros. Y sin embargo, no puedes verte sin la presencia de otros.
-¡Porque hay otros, puedo percibirme como un individuo! Si estoy solo, ¡entonces seré el mismo sin otros! ¡Porque si el mundo soy solo yo, entonces no hay diferencia entre yo y la nada!
-Al reconocer las diferencias entre tú y los otros, estableces tu identidad como ‘tú mismo’.


Es tu mente la que toma la realidad y la separa en lo que es bueno y odioso. Es solo la mente la que separa la realidad de la verdad. El ángulo de percepción y la posición de la cual ves tu realidad, cambiará tu percepción de su naturaleza. Es todo, literalmente, una cuestión de perspectiva. Hay tantas verdades como hay gente. Pero solo hay una verdad que es tu verdad. ¡Esa es la formada del punto de vista que elijas mirarla! ¡Es una percepción revisada que te protege! ¡Y la que uno solo pueda tener siempre es chica! Sin embargo, una persona solo puede ver las cosas de su propia perspectiva, la que elijan para ver. Uno debe aprender a juzgar las cosas por las verdades que recibe de otros. Por ejemplo, los días soleados te hacen sentir bien. Los de lluvia te apesadumbran. Si te dicen que esto es así, entonces en eso creerás. ¡Pero también te puedes divertir en un día de sol! Tu verdad puede ser cambiada simplemente por el modo en que la aceptas. Así de frágil es la verdad para un humano. La verdad de una persona es tan simple, que la mayoría lo ignora, para concentrarse en lo que creen son verdades más profundas. Tú, por ejemplo, estás simplemente desacostumbrado a lo que es ser querido por otros. Nunca has aprendido como vivir temiendo lo que otros sientan de di, y lo evitas...
-Pero... ¿Los otros no me odian?
- ¡¿Eres estúpido?! ¡¿No te has dado cuenta que está todo en tu imaginación?!
- Pero... me odio.
- Uno que realmente se odia, no puede amar. No puede depositar su confianza en otro.
-¡Soy un cobarde..., cobarde, poco confiable y débil!
- No. Solo si lo crees. Pero si te conoces, puedes llegar a cuidarte.
- Yo... me odio... pero... pero, quizás podría amarme... Quizás... Mi vida podría tener mayor valor... ¡Eso es! ¡No soy más ni menos que yo mismo! ¡Yo soy yo! ¡Quiero ser yo mismo! ¡Quiero seguir existiendo en este mundo! ¡¡Vale la pena vivir la vida aquí!!


Qué buena serie.

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